jueves, 23 de marzo de 2017

Francia



 
 
Francia: La economía francesa cuenta con una gran base de empresas privadas, pero la intervención estatal en las grandes compañías es superior a la de otras economías de su tamaño. Sectores clave con grandes inversiones en infraestructuras como el eléctrico, las telecomunicaciones
 
El sector aeronáutico, históricamente han sido dirigidos directamente o indirectamente por el estado, aunque desde principios de la década de 1990 la participación estatal ha ido decayendo.
Sus bazas son diversas: transporte, telecomunicaciones, industrias agro-alimentarias, productos farmacéuticos, aeronáutica, defensa, tecnología, así como el sector bancario, los seguros, el turismo, y los tradicionales productos de lujo (marroquinería, prêt-à-porter, perfumes, alcoholes, etc.). El PIB por sector:
 
La agricultura (2.7%), Industria (24.4%), Servicios (72.9%). Por otro lado, la energía solar está comenzando a tener cada vez mayor importancia en Francia Tiene una industria aeroespacial importante conducida por el consorcio europeo Airbus además de tener una base espacial llamado puerto espacial de Kourou. En telecomunicaciones destaca France Télécom como el principal operador del país.
 
Francia es la quinta economía del mundo, detrás de los Estados Unidos, Japón, China y Alemania. En 2007, su Producto Interno Bruto (PIB) era 1 billón 892.000 millones de euros.[2
] Tiene el décimo séptimo mayor PIB per cápita (en el tipo de cambio nominal), ligeramente por encima de la media de la UE-15. En la clasificación por el PIB en PPA, es la séptima economía a escala global. El sector de los servicios ocupa al 75% de la población, mientras que el primario a menos del 2% y el secundario al 24%.
 
 La economía francesa es una economía cada vez más abierta[cita requerida], representando un lugar importante en el comercio internacional. Francia es el quinto país por sus exportaciones y el sexto por sus importaciones. En 2006, las exportaciones representan el 26% del PIB y las importaciones un 27%. La balanza comercial (bienes y servicios) se ha convertido en déficit en 2004, que ha aumentado en 2005 y 2006.[cita requerida] La tasa de desempleo sigue siendo más alta que la de otros países desarrollados.



 
 
dificultades para superar la crisis, aunque el crecimiento del PIB se ha recuperado (1,3%) en 2015, impulsado por el consumo público y doméstico. Se prevé un ligero crecimiento en 2017 gracias a la caída del desempleo, el aumento de los salarios y un mayor acceso a los créditos al consumo. Sin embargo, se espera que el "Brexit" tenga un impacto negativo en la demanda externa.
 
+En 2016 se cumplió la mejoría prevista en 2015. El gobierno consiguió sanear las cuentas públicas y el déficit presupuestario se redujo al 3,3%, de acuerdo a los tratados de Francia con la Comisión Europea en 2016. Este ajuste fue posible por la subida de impuestos (contribuciones obligatorias) y el control del gasto público. El crédito fiscal para la competitividad y el empleo (CICE) y los costos menores de energía han permitido a las empresas recuperar sus márgenes, y la debilidad del euro ha alentado las exportaciones. Las inversiones en industria han aumentando y las empresas han ganado en competitividad. Sin embargo, la deuda pública sigue subiendo y alcanza el 97% del PIB. A pesar del estado de emergencia y de las leyes antiterroristas, Francia volvió a sufrir un ataque mortal el 14 de julio de 2016 en Niza, lo que creo un clima de temor e inseguridad muy perjudicial para el turismo.
 Las protestas contra la reciente reforma laboral contribuyen al malestar social, al igual que las controversias en torno al burkini y el desmantelamiento de la "jungla de Calais". Las inminentes elecciones presidenciales y legislativas han provocado numerosas dimisiones en el gobierno y el presidente Hollande ha anunciado que no se presentará a la reelección.
 
 La buena reputación de Francois Fillon, el vencedor de las primarias, se ha visto afectada por acusaciones de malversación de fondos públicos, y el rechazo social al gobierno está contribuyendo fuertemente al ascenso de la extrema derecha. Los presupuestos para 2017 prevén una ambiciosa tasa de crecimiento (1.5% del PIB) y numerosas reformas tributarias (incluyendo la retención del impuesto sobre la renta, recortes fiscales para la clase media y medidas para favorecer las empresas).
 
Siguen siendo prioritarias la educación y la investigación.mientras que la extrema derecha. Se necesitan reformas estructurales para hacer frente a los numerosos desafíos del país: reducir el déficit presupuestario, controlar el gasto público, fomentar el empleo, mejorar la competitividad, promover el desarrollo industrial y asegurar la justicia intergeneracional.
 
La crisis financiera ha generado índices de desempleo e incertidumbre económica sin precedentes. En 2016 el desempleo se redujo ligeramente por debajo del umbral del 10%, pero el poder adquisitivo continúa bajo los niveles de 2010.

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